Para comenzar cogemos las habichuelas y las limpiamos, eliminando los extremos y tirando de ellos para quitar cualquier hebra que puedan tener. Después, cada habichuela la cortamos en tres partes…aunque, el tamaño, es un poco al gusto. Las pasamos por agua y las ponemos a sancochar a fuego vivo con agua y sal durante 20 minutos. Las habichuelas deben quedar al dente, es decir, tiernas pero firmes ya que , posteriormente se les darán 10 minutos más de fuego.

Mientras se sancochan las habichuelas, picamos el pimineto rojo, el pimiento rojo, la cebolla y los dientes de ajo. En una caldero hondo, ponemos un vasito de aceite de oliva y vertemos las verduras picadas, poniéndolas a dorar. Cuando la fritura haya cogido color , añadimos el chorizo cortado en rodajas. Les damos vueltas durante 3 o 4 minutos para que el chorizo suelte el sabor y todo se tiña con el pimentón que desprende. Ahora es el momento de añadir las habichuelas escurridas. Rehogamos todo para que los ingredientes se mezclen y añadimos el vino, el caldo o agua, el tomillo y el laurel. Lo ponemos a hervir unos 8-10 minutos.

Pelamos las papas y las cortamos en dado grandes. Las doramos y aceite de oliva y, una vez doradas, se las añadimos a la hoya dándole 5 minutos mas de fuego.
Como los buenos potajes canarios, esta comida necesita reposar, por lo menos 1 hora. Pasado este tiempo se puede servir acompañándola de un huevo duro en el centro cortado en cuatro. También se puede acompañar con unas tajadas de pan frito.
Aunque el vino es algo de gustos, yo recomendaría un tinto joven de la isla.

¡¡¡Que aprovechen!!!