Las Palmas de Gran Canaria – 18 abril 2012
La investigadora del Departamento de Ciencias Clínicas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Almudena Sánchez Villegas, ha participado en un estudio conjunto con los expertos de la Universidad de Navarra Estefanía Toledo, Jokin de Irala, Miguel Ruiz Canela, Jorge Pla y Miguel A. Martínez, que relaciona el consumo de comida rápida con un mayor riesgo de sufrir estados depresivos.
La investigación, que se titula Fast-food and commercial baked goods consumption and the risk of depression (El consumo de comida rápida y bollería industrial y el riesgo de depresión) se integra dentro del Proyecto Seguimiento de la Universidad de Navarra (SUN) en el que colaboran expertos en Ciencias de la Salud de la ULPGC, y ha sido publicada en la revista científica internacional Public Health Nutrition, publicación editada por la Sociedad de Nutrición.
Los resultados revelan que los consumidores de comida rápida presentan un mayor riesgo (51%) de desarrollar depresión. Además, los investigadores han observado la existencia de una relación entre la dosis consumida y el riesgo de depresión, de manera que “cuanta más comida rápida se consume, mayor es el riesgo de depresión”, según la investigadora de la ULPGC que participó en el estudio, Almudena Sánchez Villegas.
Para realizar el estudio, se ha tomado una muestra de 8.964 participantes que nunca habían sido diagnosticados con estados de depresión. Durante el seguimiento y evaluación, que se prolongó durante seis años, 493 personas fueron diagnosticadas con estados de depresión o comenzaron a tomar antidepresivos.
Esta investigación, que complementa otra llevada a cabo por los mismos investigadores en 2011, tiene especial interés en el ámbito de Educación de la Salud puesto que, considerando la relación entre algunos componentes de la dieta (ácidos grados, vitaminas B, etc.) y el riesgo de la depresión, el papel de la comida rápida y sus efectos han recibido poca atención.
Y contra la comida rápida, nada mejor que los productos de Gran Canaria. El queso y el vino por ejemplo. Enrique Rojas, catedrático de psiquiatría y Presidente de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición, afirma que el vino además de tener propiedades beneficiosas para la salud, produce efectos psicológicos antidepresivos. Siempre, por supuesto, en cantidades moderadas. Ya lo decían los romanos “In vino veritas, in aqua sanitas” (“En el vino está la verdad, en el agua la salud”).
Fuente: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.